Bruja, hechicera, maga simplemente soy la mujer que aprendió a reconocerse a tomar cada una de sus piezas perdidas, a abrazarme en mi fuego por amor a mi misma, a dejar de temer a la profundidad de mis aguas, a tomar mis alas para seguir volando en el suspiro de mi aliento, deje de huir para adueñarme de mis pasos firmes en la tierra que me reconoce, me toma y me permite florecer.
Ser bruja es habitarme en la mujer que dejó de etiquetarse entre luz y sombra qué recordó cómo danzar para ser libre proclamarme merecedora de cada uno de los sueños que anhela mi corazón y es ahí donde encontré mi verdadera magia en esta bruja que soy qué aprendió a unirse pieza por pieza.
Por Nancy G. V.