El cuerpo es el envase del alma, del espíritu, la botella que cuida y alberga al genio, es su casa, su hogar. Imagina que dentro este envase hay un espíritu que ha crecido en la oscuridad, ha escuchado sobre el sol, ha escuchado sobre las estrellas, el universo, la vida, pero por alguna razón no ha podido verlas, crece en su profundidad.
Se ha tropezado muchas veces dentro de su profundidad, de su oscuridad, pero se ha levantado, ha tenido dolor y lo ha sanado, es un espíritu del inframundo que se le permitió venir a ver la luz.
Un día logra conducir su cuerpo y sale con este envase al mundo, es fuerte, creció en la oscuridad, ha tenido que lidiar consigo mucho tiempo. Ve el mundo del que tanto escuchó, lo experimenta, pero entonces comienza a sentir, comienzan las emociones de convivir con otros además de sí.
Siente intenso, pero no esa intensidad mal entendida de hoy, la intensidad es más que impulsividad, es vivir con un torbellino dentro del cuerpo, una intensidad que quema pero que no se muestra, el amor, el dolor, el enojo se viven por dentro, porque esta alma no acostumbra que su envase se vea derrotado.
El cuerpo sigue su camino, este mundo interno lo llena con tanta variedad de luces y sombras, con diferentes ecosistemas, se construye y reconstruye a sí mismo, como el ave fénix muere y evoluciona desde su emotividad, desde el dejarse sentir.
La intensidad de este espíritu existe con la profundidad de su ser oscuro, y no lo digo como esta connotación de que lo oscuro es malo, la profundidad siempre es oscura, porque va más allá de lo que los ojos humanos pueden distinguir, en la profundidad no se mira, se siente, como la profundidad del mar que fluye. Es por eso que no todos se atreven a mirar hacia su mundo interior, nada causa más miedo que mirarnos desde dentro, hacia lo que no se ve con la razón humana sino con el corazón y el alma.
El poder de la luna en escorpio es su intenso y profundo conocimiento sobre el mundo interno, lo que le permite escabullirse con demasiada facilidad hacia las profundidades de los otros con una sola mirada, porque la luna en escorpio no sólo ve el envase, sus ojos son capaces de leer tu emocionalidad, le encanta nadar en estos mares que cada envase tiene ¿te da miedo?
Claro que puede dar miedo que alguien vea tan profundo, que quiera sumergirse en nuestro mar, que quiera habitar con nosotros ahí, esa también es la intensidad de la luna en escorpio, que cuando ama tan profundo, quiera cocerse al otro, habitarlo y conocer su luz y sombra; pero si el otro no le corresponde le duele y vuelve a su mundo interno, donde si la conciencia humana lo deja, morirá simbólicamente para crecer como flor en el asfalto, o si la crítica de la razón lo atormenta, continuará ardiendo hasta que se permita morir y renacer.
La luz de escorpio es su propia oscuridad, sus ojos fuertes y penetrantes, capaces de leer y escuchar, lo no visible. No cualquiera es capaz de caminar el mundo así.
Si conoces una luna en escorpio, no temas, deja que te enseñe a navegar en tus propias aguas.
